El presidente es entrevistado en el diario SUR

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  • 25/11/2013
MÁLAGA C.F.
El auge actual de las peñas corrobora el excelente momento de la afición al equipo, que no ha decaído pese al cambio de ciclo
24 de noviembre de 2013

El malaguismo sigue fiel

Javier Martínez, Miguel Molina, Salvador Mata y Pepe León, en la amplia charla celebrada en la redacción de SUR. :: Salvador Salas

PEDRO LUIS ALONSO En Twitter: @Plalonso27 | .-

«Ya hubo un escarmiento, no se puede gastar más de lo que se gana»

Las peñas del Málaga, que de alguna forma encarnan el sentir de la afición, asumen como necesario que el club haya rebajado su presupuesto y reducido la deuda, lo que supuso desprenderse de muchos de sus mejores jugadores. «No puede ir la carreta delante de los bueyes. El presupuesto había que equilibrarlo, pero un cambio tan drástico y empezar a oír que este va a ser un club vendedor hubiera precisado una buena comunicación antes. Que hubiésemos sabido qué es lo que iba a haber», opina Pepe León. No le secunda del todo Miguel Molina: «No estoy tan de acuerdo con que no haya habido una buena comunicación. El jeque tiene estable viviendo en Málaga a una persona (Shatat), y a nosotros ya no nos dijeron mucho tiempo antes que se iba a cambiar y que no se podían costear fichar de dos millones y medios de euros netos. Creo que el mensaje ya había llegado». «El club ya ha tenido un escarmiento de la UEFA y en ningún negocio se puede gastar uno más de lo que se gana. Han pasado unos años de bonanza y ahora lo estamos padeciendo después de haber lanzado tanto caviar por la ventana -añadió-. Hay que tener los pies en el suelo, porque aún así se está duplicando el presupuesto que había antes de la ‘;era Al-Thani’;».

Mientras, Salvador Mata, cree que el rumbo no lo ha de marcar solo la economía, sino el acierto en la gestión: «Para mí no es una cuestión de más o menos presupuesto». Y Javier Martínez asiste con cierta resignación al cambio: «Volvemos a la realidad de siempre, la del Málaga de toda la vida. Si realmente no hay tanto dinero, ¿para qué entramparse? Lo que sí creo es que el club está en su gestión deportiva en malas manos, porque se ha fichado a casi una decena de jugadores, muchos jóvenes, y no veo que se les pueda colocar luego en el mercado. Se prescindió de una persona que entendía mucho, que era Husillos»

«Estoy seguro de que si llegara una buena oferta se vendería el club»

¿Cómo recibiría la afición de La Rosaleda al jeque si regresara al palco ahora? «Si no llega a ser por él no se hubiera vivido lo de los últimos años», recuerda Pepe León, pero enseguida matiza Javier Martínez: «No tenemos tampoco que sentirnos hipotecados para los restos en ese agradecimiento. Creo que no tiene tanto dinero como se piensa, porque si no… Yo en mi casa no dejo goteras…».

«A día de hoy no sé lo que ha pasado en el Málaga -continúa León-. De buenas a primeras se corta el grifo de la inversión. ¿Se ha despilfarrado más de la cuenta y él no estaba al tanto? Estoy seguro de que si llegara una oferta buena se vende ría el club». Miguel Molina apunta otra teoría: «Abramovich no duerme con un peluche del Chelsea. El jeque vino con unos intereses colaterales al club. Todo venía unido a otras inversiones. Como no se han dado…». Y en la misma línea se pronuncia Mata: «No le gusta el fútbol y solo hizo aquí una inversión para otras cosas».

«Todo es mejorable, pero nos escuchan y es clave la labor de los consejeros»

¿Tienen quejas los peñistas con el Málaga? El representante del Frente Comepipas, sí: «Siempre se puede mejorar en todo. Nosotros solo queremos que cuando tengamos una inauguración o un acto importante de la peña se pueda saber por parte del club qué jugadores van a venir y cuándo». León y Molina no lo ven así. «Desde hace un tiempo, y no sé por qué, los jugadores son reacios al asunto de las inauguraciones de peñas o actos similares. Hay jugadores que no han pisado una peña nunca, incluso algunos que están dentro del club todavía. El Málaga tiene muchas citas publicitarias, pero ahora con las peñas están cumpliendo. Han pasado de enviar de uno a dos jugadores y se están inaugurando muchas», afirma el responsable de la Federación, y le secunda León: «En general el club no se porta mal. Siempre atiende a las necesidades que tienen las peñas. Lo único que pasa es que cada una tiene su idiosincrasia. Todo es mejorable, pero nos escuchan. Y hay que decir que es fundamental la labor que hacen los consejeros. Martín Aguilar, Ben Barek y Benítez están abiertos a cualquier petición que les hagamos».

«Las peñas están contentas, e incluso están viniendo al estadio autobuses de Alameda, Valle de Abdalajís, Fuengirola, Archidona o Torrox con abonados, gracias a una gestión del Ayuntamiento con la Federación de Peñas, con la que se ha logrado un aparcamiento cerca del estadio. Con ello pueden beber y no tienen problema para aparcar. Lo que no es correcto es que a determinadas peñas los jugadores acudan todos los años y a otras solo cuando hay una inauguración o un aniversario muy especial», matiza Molina.

Por parte del Frente Bokerón, Martínez discrepa algo: «No tengo quejas. Pienso que no se puede pretender que grandes jugadores vengan a inaugurar una peña pequeña. Soy de la teoría de que cuanto menos me den luego menos me tendrán que recriminar».

« El club se abastecía de peñas de la capital; ahora no»

Los peñistas no tienen dudas de que la afición al Málaga pasa por un gran momento, pero en lo que no se ponen tan de acuerdo es en las causas de ello. «Hasta hace poco el club se abastecía de peñas de la capital, pero de dos años para acá el club tiene cuarenta peñas, de las que treinta son de la provincia, algunas de pueblos que hace tiempo sería impensable que tuvieran una, como Almargen, Valle de Abdalajís o Villanueva de Algaidas», argumenta Molina, pero Martínez lo achaca a los éxitos deportivos solamente: «Al decir que es desde hace dos años hasta ahora lo dice todo. Más bien será la gran labor del jeque, porque el Málaga tiene muchos años de historia»

«Está claro que ha tenido mucha influencia la llegada del jeque y la presencia en la Champions, pero creo que ayuda mucho también el hecho de que llevamos muchos años últimamente en Primera», aporta Mata, que añadió: «Para que esto hubiera crecido aún más, la clave hubiera sido mantener el nivel de la campaña anterior tres o cuatro años».

Miguel Molina habla de un nuevo espíritu en la afición: «El malaguismo ha crecido con otra mentalidad. Los niños de ahora son hijos de los padres que iban a ver al equipo en Tercera. Es un malaguismo puro. No es el aficionado que iba a Fondo o a Gol con la radio puesta a ver si marcaba el Real Madrid, y si mientras fallaba Merino o Popo se le recriminaba por el error. La prueba es que hemos pasado a una plantilla inferior y La Rosaleda sigue igual de llena». Hasta el Frente Bokerón ha crecido: «Nosotros somos muchos más que hace cinco o seis años. Tenemos fotos que se notaba que éramos menos en nuestro sector».

«No veo al equipo trabajado ni con un capitán claro»

Donde se muestran más reticentes los peñistas es con Schuster y la gestión deportiva. «Se ha fichado a gente muy joven y para que lo hagan bien lo normal es que tengan a personas más veteranas a su lado que puedan sacar el equipo adelante. Además, el entrenador está teniendo un tono chulesco en las ruedas de prensa. No me gusta Schuster y no veo al equipo trabajado ni con un capitán claro», se pronuncia Mata. «Si estamos hablando de que el presupuesto se reduce, ¿por qué se ficha a un entrenador que cobra bastante? Hay que equilibrar el presupuesto entre el técnico y los jugadores», opina León , que añade: «Plantilla hay para, si Dios quiere mantenernos, pero hace falta un centrocampista que se eche el equipo a las espaldas, que quiera la pelota y ayude a Portillo».

Hay opiniones para todos los gustos. «Se ha desperdiciado la oportunidad de fichar a un jugador como Apoño, que para nosotros hubiera sido importante y se dio la versión de que la afición no lo quiere o que el técnico tampoco», dijo Molina. ¿Cómo se nos puede ir Iturra por unos pocos euros?», apostilló.

«Si a esta plantilla la coge un entrenador con ganas y la pone a trabajar, a lo mejor este equipo sale con otra alegría al campo. No tenemos un defensa que pare el balón con el pecho y la saque jugada, solamente se dan pelotazos. Aquí llegó el Celta casi desahuciado y se le dio la pelota para que jugara en nuestro campo. Podíamos estar con seis puntos más», sugiere finalmente Martínez.

«Mi hijo tiene al abono y ha ido solo a tres partidos esta temporada»

Todos los peñistas se oponen a los horarios ligueros de los últimos tiempos. «Son fatales, pero son los que quieren los clubes, que han firmado unos contratos. Si yo pago, yo pongo los horarios. Imagínese el socio de une peña de Valle de Abdalajís, que tiene que venir a un partido un lunes, ante el Athletic, a las diez de la noche. ¿Qué niño va a venir a hacerse una foto con los jugadores antes del partido? Si no vienen los de Málaga. La culpa es de los clubes», considera Molina. «No son los que los aficionados quieren, jugando los viernes y los lunes y en franjas tan desiguales», suscribe León, y Mata lo acusa en su propia familia: «Mi hijo tiene el abono y hasta ahora solo ha podido ir a tres partidos». Todo esto afecta a los viajes, que se resienten. «Esos tres mil aficionados que había en Oporto o en Milan no los volveremos a ver en la vida en partidos en España. El fútbol es ya el que dictan las televisiones». «Aparte de que te enteras pocos días antes de la fecha, es que no hay dinero, la cosa está justita para viajar», añade Mata.

Molina cree que los horarios producirán una merma en la afición a medio plazo: «Por circunstancias laborales quien ve que se pierde muchos partidos no va a renovar el abono, más aún si el equipo no se mete en Europa. Y no es que no queramos viajar. Imaginad el partido del Granada, que fue un viernes a las diez de la noche. Si lo ponen el sábado, a las ocho de la tarde, o el domingo, a las cinco, y tienen que hacer otro estadio, porque se llena igual. El partido de Elche y el de Villarreal, lo mismo, un viernes».

Además, a los peñistas les gusta la estética de las actuales equipaciones, pero prefieren el peso de la historia. «El Málaga tiene un himno que habla de los colores blanquiazules y no albicelestes, aunque quede más bonito el actual. Si nos remontamos a otras épocas, salvo algún paréntesis, siempre fue así», afirma Molina. Con un poco de ironía añadió León: «A mí me gustan los colores de siempre, pero me da igual el color del pantalón mientras se gane…».

«El malaguismo ha crecido con otra mentalidad. El actual es puro. La mejor prueba es que hemos pasado a tener una plantilla inferior y La Rosaleda sigue igual de llena». La reflexión la hace el presidente de la Federación de Peñas del Málaga, Miguel Molina, bajo cuyo mandato se ha vivido un florecimiento sin parangón de las peñas. De apenas una docena a cerca de cuarenta. Habrá quien lo asocie a la llegada del jeque Al-Thani a la propiedad y a unos años históricos, en los que el Málaga tocó techo, pero no cabe duda de que el aficionado malaguista actual tiene un comportamiento distinto al de hace décadas, menos condicionado por el cariño a los dos ‘;grandes’; del fútbol español y con una fidelidad a prueba de bombas.

Este periódico quiso testar cómo se digiere el nuevo rumbo del club y evaluar el apoyo social que tiene detrás a través de un encuentro con sus peñistas, que siempre pueden dar una imagen fiel de lo que se opina después de los últimos movimientos que se han producido en la entidad y de la dinámica deportiva del equipo, en una etapa distinta al esplendor de los meses anteriores, en una vuelta a su cauce habitual. Para ello citó a cuatro representantes de algunos de los muchos grupos formados. Casi todos están bajo el paraguas de la Federación de Peñas, pero hay otros tres muy conocidos, como Malaka Hinchas, el Frente Bokerón o la Peña Malaguista Universitaria que prefieren vivir al margen de ella.

Lo cierto es que el malaguismo ha aflorado de verdad en la provincia en estos últimos años, con asociaciones en localidades de menor peso demográfico. Hasta los grupos de foráneos residentes en la Costa del Sol crean sus peñas. Esta misma semana se inauguró en Fuengirola la Peña Malaguista de Finlandia, con la amplia colonia de nórdicos presentes en este pueblo, pero también hay una Peña de Dinamarca en Mijas y otra de menor tamaño con suecos fundada por un representante de este país que pasa algunos periodos de su vida en la Costa.

Pese a que las peñas del Málaga aparecen como setas, la Federación trata de ser exigente en su filtro. De hecho, en los últimos tiempos se han dado de baja varias que apenas tenían un funcionamiento al uso y que parecían existir para buscar ventajas fiscales o lograr precios más bajos en los abonos.

Los peñistas muestran en este encuentro cierta comprensión con la nueva realidad del club, que se ha ajustado a unos parámetros económicos más sencillos, pero se lamentan de que faltara claridad sobre el rumbo del Málaga en determinados momentos y premura en la comunicación. Además, se muestran muy críticos con la labor actual del entrenador, Bernd Schuster, pese a que admiten que la plantilla es mucho más limitada. Cuestionan también el acierto en los últimos fichajes, muestran algunas divergencias a la hora de analizar si la relación de las peñas con el club mejora convenientemente, y se oponen radicalmente a los nuevos horarios en la Liga, que han supuesto un problema para acudir a los partidos en el estadio o para viajar a los de fuera, especialmente para los seguidores de menor edad.

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